La semana pasada, del 5 al 7 de Noviembre, representantes de la familia franciscana de Brasil, Guatemala, El Salvador, México y Paraguay se reunieron en la Ciudad de México para discutir los retos y las causas de la migración en las Américas, particularmente con la situación de las caravanas, la migración en Sudamérica y la movilidad de los pueblos indígenas. Al finalizar el encuentro, se hizo un reconocimiento al derecho de las personas a no migrar y a que se les garantice los derechos de los migrantes en los países de origen, tránsito y destino. Pueden consultar el llamado y las recomendaciones finales del encuentro en la siguiente declaración
Nosotros, los representantes de las instituciones y organizaciones de diversos países de Latinoamérica que participaron en el taller de migración, organizado por Franciscans International y;
Considerando las causales que dan como efecto la movilidad humana en nuestro continente;
Motivados por la exhortación del papa Francisco a acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos y hermanas que migran;
Reconociendo el carácter fundacional de la Familia Franciscana en el cuidado de la creación, desarrollo humano y la promoción de la justicia;
Tomando en cuenta la situación actual de migración, como las caravanas centroamericanas y la migración en Sudamérica, así como la migración de grupos indígenas dentro y fuera de sus territorios, que afectan principalmente a los grupos en situación de vulnerabilidad como: mujeres, niñez, adolescencia, comunidad LGBT, personas con discapacidad, entre otros;
Preocupados por la criminalización y persecución del trabajo de los defensores de los derechos de los migrantes;
Hemos identificado las siguientes causas:
- La pobreza y extrema pobreza que viven las poblaciones;
- El efecto de políticas de gobierno que limitan el derecho a migrar;
- La corrupción como factor que coopta las instituciones públicas y privadas;
- La deficiencia de las políticas estatales en atender las necesidades de la población de forma más integral para el pleno goce de los derechos humanos;
- El aumento de mega proyectos que derivan en el desplazamiento forzado interno e internacional;
- La agudización de la violencia y la inseguridad.
Por ello:
Demandamos a los Estados que generen las medidas necesarias para garantizar el derecho que tienen las personas a no migrar y a quedarse en sus países de origen;
Demandamos, además:
Que los países de transito y destino proporcionen las medidas necesarias para proteger y garantizar los derechos humanos de los migrantes;
Que se garantice la protección de los defensores de derechos humanos;
Que se analice el fenómeno de la migración con una perspectiva de género;
Que se fomente el trabajo en red de la familia franciscana, interreligioso y ecuménico, con la sociedad civil en general, financiadoras y organizaciones internacionales;
Que se desarrollen procesos de sensibilización y formación de la sociedad para erradicar los patrones de xenofobia;
Que se fomenten proyectos que promueven la sociedad civil para la defensoría de los derechos de los migrantes, acogida, acompañamiento, formación y seguimiento, sin olvidar que el Estado debería ser el garante y responsable principal de estas acciones;
Que se utilizen en la medida de lo posible mecanismos internacionales para la promoción, visibilización y protección de derechos humanos.