La Hermana Agua nos llama al pueblo de El Salvador

En marzo, Fray René Flores OFM hizo una declaración ante el Consejo de Derechos Humanos en la que pedía a los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras que llegaran a un acuerdo equitativo para compartir sus aguas transfronterizas. Es uno de los muchos hermanos y hermanas franciscanos que se han dirigido a las Naciones Unidas a lo largo de los años. Sin embargo, su defensa a nivel internacional se basa en años de trabajo en sus comunidades, donde, en muchos casos, las violaciones de los derechos humanos son una realidad cotidiana.


El propio Fray René vive en El Salvador, un país que se quedará sin agua potable en apenas 80 años, según algunas estimaciones. Los franciscanos han sido parte de los esfuerzos para evitar esta crisis inminente, incluso mirando más allá de las fronteras de los países que conforman la «esquina seca» de Centroamérica.  Mientras tanto, a nivel nacional, han impulsado con éxito una enmienda constitucional que reconoce los derechos al agua y al saneamiento, dando a la gente nuevos asideros para tomar acción. Tras su declaración en la ONU, Fray René escribió esta breve reflexión sobre la dimensión humana y espiritual que hay detrás de su trabajo.

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La Hermana Agua nos llama al pueblo de El Salvador

“El derecho humano al agua junto a su saneamiento y la alimentación adecuada, son necesidades muy sentidas de la población, más que todo fundamentales y pedimos a Dios, que se logre la ratificación”, dijo en su mensaje el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, en Cripta de Catedral Metropolitana”

Diariocolatino. 20-2-2021).

El 19 de febrero 2021, la Campaña por el Derecho Humano al Agua y la Alimentación, que es impulsada por organizaciones sociales, ambientalistas e Iglesias defensoras de los DDHH, realizó una convocatoria a los presidentes o secretarios generales de los diez partidos políticos que proponen candidatos a diputados y alcaldes en las elecciones del 28 de febrero. La finalidad fue que los representantes de los partidos firmaran un COMPROMISO público respaldando la ratificación de la reforma constitucional sobre estos derechos para la población; este evento se realizó ante la tumba y memoria profética de san Romero. De los diez partidos, se dieron cita cuatro representantes de los partidos, siendo todas mujeres (¿por qué no llegaron varones como representes, será, porque ya son mayoría las mujeres en los espacios políticos?).

“Sobre el convenio las organizaciones y las iglesias señalaron que la actual legislatura ha aprobado dos reformas a la Constitución de la República, uno que reconoce el derecho humano al agua y su saneamientos. Y, el segundo, vinculado a la alimentación adecuada. El artículo 2, inciso primero y el artículo 69, en donde se adicionan estos derechos que debe garantizar el Estado salvadoreño”

Diariocolatino. 20-2-2021

Esta lucha por el reconocimiento del agua y saneamiento como Derecho, al igual que, la propuesta de una ley general de aguas, tiene más de una década por parte de la sociedad civil e iglesias. La determinación por la soberanía alimentaria en el país, tiene más tiempo de lucha porque llegue la calidad alimentaria a las mayorías. Esta lucha por la justicia ambiental y contra la impunidad, se enfrenta a los intereses privatizadores y monopólicos de los grupos oligárquicos en el país, como a los lineamientos extractivistas del gobierno de turno.

En la historia del pueblo salvadoreño, este acto es trascendente, por buscar que los partidos con sus representantes se comprometieran públicamente en favor del Derecho Humano al agua y la alimentación, es decir, en favor de las mayorías y el bien de la casa común en este territorio. Fue un acto con responsabilidad civil, con participación ciudadana y con liderazgo colectivo. Es importante resaltar la no firma de algunos partidos, que esperamos se comprometan en los siguientes días.

El otro aspecto transcendente, es que nuevamente se pusieron de acuerdo los jerarcas de las Iglesia católica e Iglesias históricas cristianas, en cuanto a la defensa de los Derechos Humanos del pueblo, y el cuidado de la creación como don de Dios para todos en igualdad. El agua es fundamental en estos momentos de pandemia. El agua está integrado a los territorios, a la biodiversidad, a los bosques y a los ecosistemas, todo es una relación de interdependencia en la casa común. Sin calidad y acceso del agua, no hay alimentación para los y las salvadoreñas, menos para las futuras generaciones.

Somos parte de una sola intención de amor creador, esa es nuestra profesión de fe; nuestro Dio dejó esta “hermana madre tierra” para que la vida continúe y se transforme en más VIDA. Dios no creó el capitalismo, el extractivismo y ni la economía de mercado, la propuesta divina busca que la vida sea abundante para todas sus creaturas. ¡Gracias hermana agua, que nos convocas e inspiras con tu fragilidad, ternura y bondad de vida!