Hace 75 años, cuando el mundo salía de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de la ONU proclamó la Declaración de los Derechos Humanos. Hoy en día, sigue siendo un documento único que sitúa la dignidad inherente de todas las personas como fundamento de la libertad, la justicia y la paz.
Desde el principio, la Declaración Universal ha resonado profundamente entre los franciscanos. Observando el ejemplo de Francisco de Asís -cuya propia fe se forjó a través de su experiencia como soldado- es fácil ver cómo este documento encaja con su propia creencia intransigente en la dignidad humana.
Sin embargo, al conmemorar este aniversario, también queda dolorosamente claro que la realización de estos valores sigue siendo una realidad lejana para muchos, ya sea a causa de los conflictos, la pobreza extrema o las crisis medioambientales a las que nos enfrentamos. Junto con sus aliados, los franciscanos siguen comprometidos a poner en práctica las palabras de la Declaración Universal, tanto a través de la acción directa en la base como en la ONU.
Como parte de las celebraciones en torno al 75 aniversario de la Declaración Universal, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos organizó un evento de alto nivel de dos días de duración en Ginebra. Durante esta reunión, se invitó a los Estados miembros de la ONU y a las organizaciones de la sociedad civil a participar en un «árbol de promesas» para ofrecer sus compromisos concretos con los derechos humanos.
Markus Heinze OFM, Director Ejecutivo de FI, aprovechó la ocasión para hacer la siguiente declaración:
«Franciscans International agradece la oportunidad de expresar nuestro compromiso con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Durante casi 35 años, Franciscans International ha tendido puentes entre los franciscanos que trabajan a nivel de base y las Naciones Unidas.
Con el apoyo de nuestro equipo de expertos en derechos humanos en Ginebra y Nueva York, las preocupaciones de los franciscanos y de las comunidades que representan son llevadas a la atención de la comunidad internacional.
Uniendo estos dos mundos, Franciscans International aboga por la dignidad humana y la justicia medioambiental, utilizando un enfoque basado en los derechos.
Hoy celebramos la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Mañana, continuaremos nuestros esfuerzos para ayudar a hacer realidad las promesas que encierra para todos nosotros.
Por lo tanto,
Nos comprometemos a trabajar por una comunidad mundial en la que
- se respete la dignidad de cada persona,
- los recursos se compartan equitativamente,
- se proteja el medio ambiente,
- y las naciones y los pueblos vivan en paz.
Gracias».
Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.