COP28: ¿Qué vamos a vigilar?

Durante las próximas dos semana os de presión empresariales, acudan a Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), para asistir a la Conferencia de la ONU sobre el Clima. Allí evaluarán los progresos realizados hacia la consecución de los objetivos del Acuerdo de París de 2015. La urgencia es evidente: la COP28 ha sido precedida por varios informes científicos, cuyas conclusiones son cada vez más nefastas y, por desgracia, efectivamente ignoradas.

La ventana para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados se está cerrando rápidamente y requeriría intervenciones radicales. Tal y como están las cosas, incluso el pleno cumplimiento de las promesas ya hechas por los gobiernos de reducir las emisiones elevará las temperaturas hasta 2,5 grados por encima de los niveles preindustriales.

Preocupantemente, las propias Conferencias de la ONU sobre el Clima han sido objeto de crecientes críticas por ofrecer una plataforma a los contaminadores para ellavado verde de sus actividades. La COP27 se caracterizó por una «explosión» de grupos de presión empresariales. La preocupación por la «captura corporativa» de las conferencias se hace eco de la que existe en otros procesos de la ONU, como las negociaciones en curso sobre un tratado relativo a las empresas transnacionales. También en la COP27, las autoridades egipcias impusieron severas restricciones a la sociedad civil, amenazando con privar a las deliberaciones de muchas voces críticas de las comunidades afectadas.

La COP28 se enfrenta a cuestiones similares sobre su legitimidad después de que los EAU eligieran al director general de su empresa petrolera estatal como presidente de la conferencia. Esto significa que las negociaciones sobre la eliminación progresiva del uso de combustibles fósiles por completo estarán ahora dirigidas por un ejecutivo petrolero cuya empresa, según se informa, está utilizando la COP28 como una oportunidad para promover nuevos acuerdos petroleros. Mientras tanto, conscientes de las graves restricciones del espacio cívico en los EAU, los activistas climáticos han expresado su temor a ser vigilados y detenidos durante la conferencia. 

«Ahora más que nunca» se ha convertido en una especie de tópico en el mundo de la incidencia política, pero sigue siendo cierto en muchos casos, sobre todo en lo que respecta al cambio climático. Nos estamos quedando rápidamente sin tiempo para tomar medidas contra el cambio climático y ya hemos sobrepasado ciertos puntos de inflexión, lo que está provocando los ya inevitables efectos adversos del cambio climático sobre las personas y el planeta. Sin embargo, cada día que actuamos, podemos evitar más daños futuros.

¿Qué está en juego?

A pesar de sus deficiencias, el Acuerdo de París sigue ofreciendo uno de los marcos internacionales más sólidos para obligar a los Estados a actuar. En este contexto, Franciscans International seguirá de cerca los siguientes acontecimientos de la COP28:

  • La conferencia incluirá el primer balance mundial (GTS, por sus siglas en inglés), a través del cual los países y otras partes interesadas evaluarán los avances en la reducción de emisiones mediante los compromisos nacionales que adquirieron tras el Acuerdo de París, e identificarán dónde se están quedando rezagados. Aunque está claro que estamos muy lejos de mantener la temperatura media mundial «muy por debajo de los 2 °C», el GTS puede aprovecharse para acelerar la ambición de la próxima ronda de planes de acción nacionales, prevista para 2025.
  • También se espera que los delegados de los Estados decidan si eliminan por completo los combustibles fósiles (phase out) o si se limitan a reducir su uso (phase down). La extracción continuada de gas, petróleo y carbón por parte de las empresas no sólo perjudica a nuestro planeta, sino que también afecta negativamente a una serie de derechos humanos, como el derecho a la salud y el derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible. La decisión de eliminar progresivamente los combustibles fósiles es esencial para proteger tanto nuestra casa común como nuestros derechos humanos.
  • Las negociaciones sobre un fondo de pérdidas y daños deben concluir en la COP28. A través de este mecanismo, los países ricos -históricamente responsables de la mayor parte de las emisiones- deberían proporcionar ayuda económica a los países más pobres para mitigar los daños de la crisis climática y facilitar el abandono de los combustibles fósiles. Un mecanismo equitativo y eficaz será fundamental para garantizar que nadie se quede atrás.
  • Por primera vez, la Conferencia de la ONU sobre el Clima contará con un pabellón religioso, lo que refuerza aún más el firme compromiso de la ONU con las comunidades religiosas en cuestiones climáticas. Aunque el Papa Francisco se vio obligado a cancelar su visita por motivos de salud, Arzobispo anglicano Julio se unirán a otros líderes religiosos para subrayar que la justicia climática no es sólo una cuestión política y de derechos humanos, sino también un imperativo moral y espiritual.

La COP28 coincide también con el 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre. Esa misma semana, el 15 de diciembre, se concederá el prestigioso Premio de Derechos Humanos de la ONU a una coalición internacional de organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentra FI, por su papel en la defensa del reconocimiento del derecho a un medio ambiente sano, un recordatorio inequívoco de que las cuestiones medioambientales son también cuestiones de derechos humanos. Con su reconocimiento de este derecho, la Asamblea General de la ONU ha sentado las bases de un enfoque de la acción mundial basado en los derechos.

Cuando los delegados se reúnan en la COP28, deben estar a la altura del momento y cumplir por fin las obligaciones que les impone el derecho internacional. Deben saber que el mundo está observando y que todo lo que no sea una acción urgente e integradora no es una opción. En palabras del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres : «Tenemos que elegir. Acción colectiva o suicidio colectivo. Está en nuestras manos».


Dónde encontrarnos durante la COP28:

Encuentro Interreligioso de Talanoa
(30 de noviembre – 12:30 CET)

Basándonos en una forma tradicional de diálogo de los pueblos indígenas de Fiyi para resolver problemas dentro de la comunidad, nos reuniremos para intercambiar nuestras iniciativas, preocupaciones y esperanzas en nuestro trabajo por la justicia climática.

El Derecho a un Medio Ambiente Sano – ¿Y ahora qué?
(1 de diciembre – 13:45 CET)

Durante un acto de alto nivel que inaugurará el Presidente de Eslovenia, exploraremos cómo la comunidad climática internacional puede incorporar, aplicar y codificar el derecho a un medio ambiente sano.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.