Cada año, más de 300.000 personas procedentes de la región norte de Centroamérica intentan llegar a los Estados Unidos. Obligadas a dejar sus casas debido a la violencia, la pobreza extrema, el cambio climático e innumerables otros factores, estas personas se ven forzadas a emprender un viaje plagado de situaciones de riesgo. A lo largo de este camino, hay hermanas y hermanos franciscanos que tratan de apoyar y proteger a los migrantes de la mejor manera posible. Lo hacen proporcionando ayuda directa, y documentando también las historias de quienes pasan por sus refugios.
Este diagnóstico de la labor de defensa e incidencia combina estos testimonios con un escrutinio de la información más reciente en la literatura pertinente, así como también de las entrevistas con actores claves. Brinda un panorama general de las nuevas tendencias en el norte de Centroamérica, con miras a expandir el debate sobre posibles modos de abordar este fenómeno. Comenzando con las caravanas de 2018 y 2019, identificamos los cambios que han tenido lugar en la dinámica migratoria y resaltamos tanto los problemas estructurales en la subregión como la violencia y el empobrecimiento en las anteriormente productivas áreas rurales que impulsan a la migración.
También hemos considerado que es esencial informar acerca de los problemas que los actores que cuidan de las poblaciones migrantes enfrentan –tanto en sus países de origen como en los de tránsito – para poder analizar posibles oportunidades y desafíos en el futuro. Este enfoque en los protagonistas que apoyan a los migrantes nos permite avanzar más allá de simplemente describir el problema en vez de ayudar a visualizar mejores modos de articulación y coordinación.
Cuando comenzamos nuestro trabajo, ya se estaban aclarando las primeras consecuencias de las medidas sobre el Covid-19 así como las respuestas de los Estados a los flujos migratorios. Esto nos permitió incluir una sección dedicada a considerar las nuevas dinámicas que comenzaron a surgir como resultado de la pandemia en curso.
Este diagnóstico es el resultado de la colaboración entre Franciscans International y la Red Franciscana para Migrantes en Centroamérica, México y los Estados Unidos.