Reflexiones de Cuaresma: El “Mandala” de San Nicolás de Flue

Este “mandala” fue creado en el siglo XV fundamentado en las revelaciones de San Nicolás de Flue (1417-1487), canonizado poco después de la segunda guerra mundial y proclamado Santo Patrono de la Paz.

Las imágenes del mandala están ordenadas en función de las peticiones del “Padre Nuestro”. Su estructura es la de una rueda que simboliza el paso del tiempo y la historia del mundo y la humanidad. Dios, el Movedor Inamovible, es el centro de la rueda y al mismo tiempo participa de las diferentes escenas. A través de la acción de Dios, la historia del mundo se convierte en la de la salvación. Sin embargo, los humanos no son solo “objetos” de la salvación sino que toman parte activa en la salvación, como “sujetos”, con sus obras de misericordia.

Hace solo 70 años, después de las horrorosas experiencias de las Primera y Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas adoptaron y proclamaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos, esperando con esta acción impedir que tales horrores volvieran a ocurrir jamás.

La misericordia y los derechos humanos son interdependientes. Sin el reconocimiento de los derechos de la humanidad, la misericordia puede ser humillante. Sin la misericordia, los derechos pueden ser insensibles, carentes de amor. Con todo, ambos están arraigados en la dignidad humana, que es incondicional e inalienable para todos y cada uno de los seres humanos. Cuando el respeto a los derechos humanos y las obras de misericordia van de la mano, entonces la historia se convierte en una de salvación.

Este folleto de reflexión mira más allá de las escenas originales del mandala, a las hermanas y a los hermanos de nuestro tiempo que trabajan conjuntamente con Franciscans International yuxtaponiendo la misericordia y los derechos en su misión franciscana.

Unámonos a ellos en oración para que “venga el reino de Dios, y se haga su voluntad así en la tierra como en el cielo”.

La Hermana Agua nos llama al pueblo de El Salvador

En marzo, Fray René Flores OFM hizo una declaración ante el Consejo de Derechos Humanos en la que pedía a los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras que llegaran a un acuerdo equitativo para compartir sus aguas transfronterizas. Es uno de los muchos hermanos y hermanas franciscanos que se han dirigido a las Naciones Unidas a lo largo de los años. Sin embargo, su defensa a nivel internacional se basa en años de trabajo en sus comunidades, donde, en muchos casos, las violaciones de los derechos humanos son una realidad cotidiana.


El propio Fray René vive en El Salvador, un país que se quedará sin agua potable en apenas 80 años, según algunas estimaciones. Los franciscanos han sido parte de los esfuerzos para evitar esta crisis inminente, incluso mirando más allá de las fronteras de los países que conforman la «esquina seca» de Centroamérica.  Mientras tanto, a nivel nacional, han impulsado con éxito una enmienda constitucional que reconoce los derechos al agua y al saneamiento, dando a la gente nuevos asideros para tomar acción. Tras su declaración en la ONU, Fray René escribió esta breve reflexión sobre la dimensión humana y espiritual que hay detrás de su trabajo.

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La Hermana Agua nos llama al pueblo de El Salvador

“El derecho humano al agua junto a su saneamiento y la alimentación adecuada, son necesidades muy sentidas de la población, más que todo fundamentales y pedimos a Dios, que se logre la ratificación”, dijo en su mensaje el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, en Cripta de Catedral Metropolitana”

Diariocolatino. 20-2-2021).

El 19 de febrero 2021, la Campaña por el Derecho Humano al Agua y la Alimentación, que es impulsada por organizaciones sociales, ambientalistas e Iglesias defensoras de los DDHH, realizó una convocatoria a los presidentes o secretarios generales de los diez partidos políticos que proponen candidatos a diputados y alcaldes en las elecciones del 28 de febrero. La finalidad fue que los representantes de los partidos firmaran un COMPROMISO público respaldando la ratificación de la reforma constitucional sobre estos derechos para la población; este evento se realizó ante la tumba y memoria profética de san Romero. De los diez partidos, se dieron cita cuatro representantes de los partidos, siendo todas mujeres (¿por qué no llegaron varones como representes, será, porque ya son mayoría las mujeres en los espacios políticos?).

“Sobre el convenio las organizaciones y las iglesias señalaron que la actual legislatura ha aprobado dos reformas a la Constitución de la República, uno que reconoce el derecho humano al agua y su saneamientos. Y, el segundo, vinculado a la alimentación adecuada. El artículo 2, inciso primero y el artículo 69, en donde se adicionan estos derechos que debe garantizar el Estado salvadoreño”

Diariocolatino. 20-2-2021

Esta lucha por el reconocimiento del agua y saneamiento como Derecho, al igual que, la propuesta de una ley general de aguas, tiene más de una década por parte de la sociedad civil e iglesias. La determinación por la soberanía alimentaria en el país, tiene más tiempo de lucha porque llegue la calidad alimentaria a las mayorías. Esta lucha por la justicia ambiental y contra la impunidad, se enfrenta a los intereses privatizadores y monopólicos de los grupos oligárquicos en el país, como a los lineamientos extractivistas del gobierno de turno.

En la historia del pueblo salvadoreño, este acto es trascendente, por buscar que los partidos con sus representantes se comprometieran públicamente en favor del Derecho Humano al agua y la alimentación, es decir, en favor de las mayorías y el bien de la casa común en este territorio. Fue un acto con responsabilidad civil, con participación ciudadana y con liderazgo colectivo. Es importante resaltar la no firma de algunos partidos, que esperamos se comprometan en los siguientes días.

El otro aspecto transcendente, es que nuevamente se pusieron de acuerdo los jerarcas de las Iglesia católica e Iglesias históricas cristianas, en cuanto a la defensa de los Derechos Humanos del pueblo, y el cuidado de la creación como don de Dios para todos en igualdad. El agua es fundamental en estos momentos de pandemia. El agua está integrado a los territorios, a la biodiversidad, a los bosques y a los ecosistemas, todo es una relación de interdependencia en la casa común. Sin calidad y acceso del agua, no hay alimentación para los y las salvadoreñas, menos para las futuras generaciones.

Somos parte de una sola intención de amor creador, esa es nuestra profesión de fe; nuestro Dio dejó esta “hermana madre tierra” para que la vida continúe y se transforme en más VIDA. Dios no creó el capitalismo, el extractivismo y ni la economía de mercado, la propuesta divina busca que la vida sea abundante para todas sus creaturas. ¡Gracias hermana agua, que nos convocas e inspiras con tu fragilidad, ternura y bondad de vida!

Reflexiones de Cuaresma: Últimas Siete Palabras Siete Actos

La devoción de Las Últimas Siete Palabras reflexiona sobre los dichos de Jesús de Nazaret cuando era crucificado. Tradicionalmente invocadas durante la Cuaresma, las Siete Palabras brindan a los fieles un medio para meditar e identificarse con Cristo en su sufrimiento y pasión.

Franciscans International ofrece una visión sobre esta tradición cuaresmal, reflexionando sobre las últimas palabras de Jesús a través del lente de la migración. Como Jesús de Nazaret, quien soportó una crueldad deshumanizante, muchos migrantes y refugiados hoy viven la deshumanización como resultado de la violencia y la pobreza, de leyes injustas y políticas inadecuadas de inmigración, de xenofobia, de racismo y de un millar de otras causas. 2017 vio la migración internacional en su punto más alto, con un cálculo aproximado de 258 millones de personas que viven en un país que no es el suyo (Informe de las Naciones Unidas sobre Migración 2017).

El Papa Francisco, que ha expresado «una preocupación particular por la naturaleza forzosa de muchos flujos migratorios contemporáneos», ha pedido «una respuesta coordinada y eficaz frente a tales desafíos». (Foro Internacional sobre «Migración y Paz» 2017). Su visión, que puede ser expresada por cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar (Papa Francisco, Foro Internacional sobre «Migración y Paz» 2017), invita a los fieles a responder a la problemática de la migración de una manera justa, compasiva e integral.

De igual manera, la Organización de Naciones Unidas ha comenzado el proceso de redactar un Pacto Mundial sobre Migración, que apunta a ser el primer acuerdo intergubernamental que aborde la migración internacional. Al presente, diversos actores, incluidas organizaciones no gubernamentales, como Franciscans International, están trabajando para asegurarse de que este Pacto Global incluya un enfoque en la migración holístico y basado en los derechos.

Al meditar sobre la pasión de Cristo a través del lente de la migración, podemos comprometernos en una reflexión espiritual profunda sobre las realidades a que hacen frente muchísimos de nuestros hermanos y hermanas migrantes, y podemos pensar respuestas a este tema candente. Los Siete Actos propuestos aquí, que están inspirados en la declaración de la Santa Sede, Responder a los Refugiados y Migrantes: Veinte Puntos de Acción, y Ahora y Así, Diez Pasos para el Pacto Mundial, de la sociedad civil, destilan siete acciones diarias que todas las personas de fe y de buena voluntad pueden hacer para apoyar y defender la dignidad y los derechos humanos de nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados.