Ochocientos años después de que San Francisco compusiera el Cántico de las Criaturas, su obra sigue siendo profundamente relevante, incluso en las Naciones Unidas. Ya durante su propia vida, Francisco se preocupó por el impacto que los seres humanos estaban teniendo en el mundo que les rodeaba. Al alabar las múltiples dimensiones de la naturaleza que veía a su alrededor, Francisco también reconoció su fragilidad. Hoy en día, mientras intentamos preservar el mundo de las múltiples crisis que amenazan a toda la naturaleza, sus palabras resuenan como un recordatorio de lo que está en juego. 

Este año, al conmemorar el 800 aniversario del Cántico, los miembros de nuestra Junta Directiva Internacional reflexionan sobre sus diferentes elementos. Le invitamos a seguirles mientras exploran lo que el Cántico puede enseñarnos y cómo su mensaje puede inspirarnos en nuestro trabajo para proteger los derechos humanos y el medio ambiente. 

Carolyn Townes OFS
Hermano Viento
Charity Nkandu SFMA
Hermano Sol
Michael Perry OFM
Hermana Madre Tierra
Eduardo Tarin TOR
Hermana Muerte

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

El Consejo de Derechos Humanos se reúne para su 58.ª sesión entre el 24 de febrero y el 4 de abril de 2025. A continuación, puede encontrar todas nuestras declaraciones pronunciadas durante esta sesión a medida que estén disponibles. Nuestras intervenciones de defensa anteriores están disponibles aquí.


Ítem 5: Debate general – Sri Lanka (21 de marzo)

A pesar de las repetidas promesas de rendición de cuentas, los informes críticos sobre los atentados del Domingo de Pascua de 2019 siguen sin revelarse. Incluso el número de personas asesinadas sigue siendo incierto. Las preguntas clave, como por qué no se aplicaron las medidas de protección que se autorizaron de antemano, siguen sin respuesta. Instamos al Gobierno de Sri Lanka a que haga públicos todos los informes pertinentes sobre los atentados, garantice la rendición de cuentas y las reparaciones a las víctimas, y coopere con las iniciativas internacionales que trabajan para lograr estos objetivos. 

Declaración completa (inglés)

Ítem 4: Debate general – Guatemala (20 de marzo)

Aunque el nuevo gobierno de Guatemala muestra su compromiso con el Estado de derecho, la cooptación del sistema judicial por parte de actores corruptos sigue fomentando un clima de impunidad. En 2024, la sociedad civil documentó el asesinato de 29 defensores de los derechos humanos. Más de 60 operadores de justicia y 20 periodistas se han visto obligados a exiliarse, mientras que otros que permanecieron en el país han sido criminalizados por su trabajo. En una declaración conjunta, instamos a la comunidad internacional a apoyar a la sociedad civil y a supervisar de cerca la selección de magistrados para el Tribunal Supremo Electoral, la Corte Constitucional y la Fiscalía General en 2026. 

Declaración completa (español)

Ítem 4: Debate general – Indonesia (20 de marzo)

Las mujeres y los niños indígenas son los más afectados por el conflicto en curso en Papúa Occidental, que ha desplazado a casi 80 000 personas hasta mediados de marzo. Muchos se ven obligados a recorrer largas distancias a pie por terrenos difíciles para acceder a una atención sanitaria, una educación y unas oportunidades de subsistencia limitadas. Ante la falta de ayuda humanitaria internacional debido a la obstrucción del gobierno, las mujeres de Papúa Occidental se están organizando localmente para recolectar recursos y provisiones para los desplazados internos. En una declaración conjunta, enfatizamos que las mujeres indígenas de Papúa Occidental deben participar activamente en los procesos de toma de decisiones y en los debates destinados a construir una paz justa, inclusiva y sostenible.

Declaración completa (inglés)

Ítem 3: Debate general – Justicia ambiental (17 de marzo)

El cambio climático es un desafío existencial para los países en desarrollo que son altamente vulnerables a los impactos climáticos. Sin embargo, muchos de estos países están gastando más en el servicio de la deuda que en servicios públicos que salvan vidas y en responder a la emergencia climática. En línea con la tradición jubilar, pedimos al Consejo de Derechos Humanos que apoye la propuesta del Experto Independiente sobre los efectos de la deuda externa de cancelar la deuda injusta e insostenible sin condiciones de austeridad perjudiciales y de promover un sistema tributario más justo. En esta declaración conjunta, instamos además al Consejo a que apoye un marco transparente de reestructuración de la deuda y una Convención de la ONU sobre la deuda para desarrollar normas sobre la resolución de las crisis de la deuda de manera justa y responsable.

Declaración completa (inglés)

Ítem 3: Diálogo interactivo con el Relator Especial sobre el derecho a un medio ambiente saludable – Filipinas (14 de marzo)

Aunque el gas natural licuado (GNL) se considera un «combustible puente» en la transición hacia una energía más limpia, su uso plantea varios desafíos propios en materia de derechos humanos y medio ambiente. En Filipinas, el desarrollo de nuevas infraestructuras de GNL en el paso de la isla Verde supone una grave amenaza para este punto crítico de biodiversidad. Los derrames de cargas tóxicas ya han tenido consecuencias catastróficas para el medio ambiente y las comunidades costeras de la zona. En nuestra declaración, hicimos hincapié en que los ecosistemas marinos frágiles, como el paso de la isla Verde, deberían declararse zonas marinas protegidas y prohibirse su explotación comercial. 

Declaración completa (inglés)

Ítem 3: Diálogo interactivo con el Representante Especial del Secretario General sobre la violencia contra los niños: Uganda (12 de marzo)

Los niños del África subsahariana son más propensos a ser víctimas de la trata que en cualquier otro lugar del mundo. En el norte de Uganda, las altas tasas de pobreza han dado lugar a la trata de niños en los centros urbanos para su explotación laboral, mendicidad y sexual. Las niñas se enfrentan a mayores riesgos, ya que las arraigadas estructuras sociales patriarcales las privan de educación y fomentan los matrimonios precoces. Hemos pedido a la Representante Especial que dedique parte de su mandato a abordar la naturaleza interconectada de estas cuestiones y a colaborar con las autoridades nacionales para exhortarlas a que apliquen los marcos jurídicos existentes para hacer frente a la violencia contra los niños de manera integral. 

Declaración completa (inglés)

Ítem 3: Diálogo interactivo con la Relatora Especial sobre una vivienda adecuada – Brasil (7 de marzo)

Las organizaciones de la sociedad civil han determinado que más de 1,5 millones de personas en Brasil se han visto afectadas por desalojos forzosos y desplazamientos desde 2020, con un impacto desproporcionado en las mujeres, los grupos no blancos y de bajos ingresos. Junto con la campaña Desalojos Cero, expresamos nuestra preocupación por un reciente impulso para aumentar la criminalización de las personas sin hogar, liderado por grupos con poder político y económico. Instamos al gobierno brasileño a derogar las leyes que criminalizan la ocupación ilegal de viviendas en situación de calle y a tomar medidas para erigir las estructuras adecuadas que garanticen la protección contra los desalojos arbitrarios, en consonancia con las recomendaciones del Relator Especial.

Declaración completa (inglés)

Ítem 2: Debate general – Mozambique (3 de marzo)

Franciscans International llamó la atención sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en Mozambique tras las protestas masivas de octubre de 2024, a las que el gobierno respondió con fuerza excesiva. Las manifestaciones han desviado la atención de la crisis actual en la provincia de Cabo Delgado, que recientemente ha experimentado un aumento de los ataques insurgentes. Hemos pedido al Alto Comisionado para los Derechos Humanos que proporcione al Consejo información actualizada periódicamente sobre la situación y hemos instado al gobierno a que garantice la rendición de cuentas por todas las violaciones cometidas por las fuerzas de seguridad, al tiempo que proporciona suficiente ayuda humanitaria a Cabo Delgado. 

Declaración completa (inglés)

Ítem 2: Debate general – Guatemala (3 de marzo)

A pesar de los diversos esfuerzos del gobierno actual, los guatemaltecos siguen enfrentándose a la discriminación estructural y la corrupción. La cooptación del poder judicial por intereses particulares no solo ha provocado el exilio forzoso de los operadores de justicia, sino que el debilitamiento del Estado de derecho también permite el acaparamiento de tierras de los pueblos indígenas y los campesinos. En una declaración conjunta con FIAN Internacional, pedimos al Consejo que continúe supervisando la situación de los derechos humanos en Guatemala y apoyando a las comunidades afectadas. También instamos al gobierno a garantizar el derecho de los pueblos indígenas y las comunidades rurales a acceder, controlar y utilizar sus tierras. 

Declaración completa (español)

Imagen de UN Photo / Jean Marc Ferré

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

Franciscans International recibió recientemente a dos socios de Filipinas para participar en el examen de su país por parte del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) de la ONU en Ginebra. En una presentación previa a la revisión, planteamos nuestras preocupaciones compartidas sobre varios proyectos de desarrollo a gran escala que tienen implicaciones profundas y negativas para los derechos humanos. 

El gobierno ya ha construido infraestructuras de combustibles fósiles en el paso de la isla Verde, perjudicando este punto crítico de biodiversidad y poniendo en riesgo los medios de vida de los pescadores locales. Sin embargo, las autoridades ahora también planean desarrollar aún más el área como un centro importante para el gas natural licuado en la región. Más allá de la gran amenaza de que Filipinas se aleje de sus compromisos climáticos, los riesgos inmediatos ya son evidentes: en febrero de 2023, un petrolero que transportaba 900 000 litros de petróleo volcó y provocó un vertido catastrófico. 

«Ya no se puede pescar como antes. Hemos analizado la toxicidad en estas áreas marinas protegidas. Sigue siendo alta, lo que significa que existe un riesgo para quienes consumen pescado», afirma Gerry Arances, del Centro de Energía, Ecología y Desarrollo (CEED). «Pero la gente se ve obligada a hacerlo porque no hay alternativas. Y, sin embargo, el gobierno no está haciendo nada para limpiarlo. Su estrategia para los municipios afectados por el petróleo es simplemente una rehabilitación natural».

En la misma presentación, también expresamos nuestra preocupación por los proyectos de recuperación en curso en la bahía de Manila, que están provocando la destrucción de los manglares y causando daños medioambientales generalizados. Dado que la industria pesquera representa el 67 % del valor económico total de la bahía, cualquier disminución de las poblaciones de peces tendrá profundas consecuencias para las comunidades costeras. El megaproyecto para desarrollar el nuevo aeropuerto de Manila ya ha provocado el desplazamiento de 700 familias, la mitad de las cuales no han recibido ninguna compensación. 

Los defensores de los derechos humanos (DDH) que trabajan en estos temas a menudo se enfrentan a acoso, amenazas o ataques. Global Witness clasificó a Filipinas como el país asiático más peligroso para los DDH en 2023, con 305 asesinatos documentados desde julio de 2016. Para llamar la atención sobre las consecuencias de este entorno hostil para la promoción y protección de los derechos económicos, sociales y culturales, FI también invitó a Samantha David de la Alianza Filipina de Defensores de los Derechos Humanos (PAHRA), una organización que ha sido acusada por el Grupo de Trabajo Nacional para Poner Fin al Conflicto Armado Comunista Local (NTF-ELCAC) de apoyar a organizaciones terroristas por su apoyo a una Ley de Protección de los Defensores de los Derechos Humanos.

«Entendemos que las sesiones de la ONU no resolverán mágicamente la situación de los derechos humanos en Filipinas, pero es valioso que al menos llamemos la atención sobre las violaciones sobre el terreno que de otro modo serían desconocidas para el público, lo que sería aún más peligroso», dijo. «Es uno de los muchos pasos, pero el apoyo es crucial para mantener los esfuerzos». 

Puede encontrar la presentación conjunta al CESCR de Franciscans International, PAHRA y Fastenaktion aquí.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

Las mujeres y las niñas que trabajan en las plantaciones de té de Sri Lanka se enfrentan a multitud de dificultades, que van desde salarios injustos hasta un acceso limitado a la educación y a los servicios sanitarios. El escaso acceso a la justicia alimenta aún más la explotación y la violencia de género. 

La semana pasada, tuvimos el privilegio de recibir a Lucille Abeykoon, del Centro de Derechos Humanos de Kandy, donde trabaja en estrecha colaboración con las hermanas franciscanas para promover los derechos humanos de los trabajadores de las plantaciones de té. En Ginebra, planteó estas y otras cuestiones ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

Uno de los casos emblemáticos que Lucille planteó en las Naciones Unidas es el de una joven que fue atacada y violada en 2001 cuando regresaba a casa de la escuela dominical. Cuando denunció el caso, no pudo hacerlo en su lengua materna, el tamil, lo que dio lugar a una denuncia defectuosa que favoreció a los hombres que la atacaron. Lo que siguió fueron prolongados procedimientos judiciales y retrasos. Dos décadas después, sigue esperando una sentencia definitiva. 

«¿Se imagina ir a juicio durante 23 años? Sin embargo, sigue comprometida», dice Lucille, que forma parte del equipo de apoyo a la víctima. «Dice: ‘Necesito justicia. Sé que no he cometido ningún error y que esto no fue culpa mía’». 

Durante el examen de Sri Lanka por parte del CEDAW, FI hizo varias recomendaciones para abordar los desafíos específicos que enfrentan las mujeres que trabajan y viven en las plantaciones de té. Estas incluyen garantizar un aumento del salario mínimo diario, mejorar el acceso a la educación y fortalecer la capacidad de los agentes del orden. Puede encontrar nuestra presentación completa y recomendaciones al CEDAW aquí.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

Las tensiones que se remontan al controvertido referéndum de 1969 que incorporó Papúa Occidental a la República de Indonesia siguen estando en el origen de la represión política, el empobrecimiento y la marginación que ahora forman parte de la vida cotidiana de los nativos de Papúa. Los continuos enfrentamientos entre el gobierno indonesio y los separatistas independentistas han provocado que miles de personas huyan de sus hogares. Muchos han buscado refugio en refugios remotos en la selva, donde el acceso a alimentos, medicamentos y saneamiento es mínimo. Los que regresan a sus aldeas se enfrentan a una vigilancia e intimidación constantes, y se encuentran con casas, escuelas y hospitales saqueados, antes utilizados como puestos militares.

Al mismo tiempo, la vasta riqueza natural de Papúa Occidental también está siendo explotada de forma insostenible por su aceite de palma, cobre, oro, árboles forestales y gas natural. Aunque los pueblos indígenas se benefician poco de estos proyectos, soportan casi exclusivamente sus repercusiones negativas, como la destrucción de tierras, la contaminación de las fuentes de agua y los consiguientes problemas de salud. Décadas de programa gubernamental de transmigración han cambiado la composición demográfica de Papúa Occidental, debilitando así la situación socioeconómica de los indígenas papúes al limitar sus oportunidades de empleo. La afluencia de transmigrantes con tradiciones y prácticas culturales diferentes a las del resto de Indonesia ha fomentado entre los papúes occidentales la sensación de que se han convertido en extraños en su propia tierra.

Hemos pedido al padre Alexandro Rangga OFM, sacerdote franciscano que vive en Papúa Occidental desde hace 19 años, que comparta con nosotros su visión de la situación actual. El padre Rangga trabaja en la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC), donde ayuda a vigilar y documentar las violaciones de los derechos humanos sobre el terreno y las transmite a las Naciones Unidas a través de Franciscans International.


¿Puede explicarnos cómo ha evolucionado la situación en Papúa Occidental en los últimos años?


En los últimos años, la situación se ha deteriorado sobre todo. Aunque el gobierno indonesio ha pasado de un enfoque de seguridad a otro de «bienestar», sigue utilizando soldados para dirigir ese programa sobre el terreno. Esto es preocupante porque la gente ya tiene una larga y traumática experiencia con los militares. La situación de los desplazados internos también es preocupante. Actualmente hay entre 60.000 y 100.000 desplazados internos, principalmente de Maybrat, Kiwirok e Intan Jaya.

Además, desde 2020, el gobierno indonesio ha estado desarrollando «fincas de alimentos» por toda Papúa Occidental. El problema es que, cuando el gobierno quiere utilizar la tierra para estos proyectos, a menudo no obtiene el consentimiento de la población. En Papúa, los indígenas dependen de tierras consuetudinarias, por lo que cuando el gobierno quiere utilizarlas para una plantación de aceite de palma, necesita obtener su permiso. Sin embargo, suelen llegar directamente a un acuerdo con los líderes tribales sin consultar a los demás miembros, o recurren a las autoridades locales o al ejército para hacerse con las tierras por la fuerza. En ambos casos, el gobierno ignora el derecho de las personas al consentimiento libre, previo e informado.


¿Cuáles son las principales áreas de preocupación de los franciscanos sobre el terreno?


Debido a su historia con Indonesia, los papúes suelen centrarse en la falta de derechos civiles y políticos. Pero, cuando hablamos de la situación de los derechos humanos en Papúa Occidental, es importante no olvidar los derechos económicos, sociales y culturales. Este año abordamos algunas de estas cuestiones a través del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU. En nuestra presentación nos centramos en las cuestiones relativas a las tierras consuetudinarias, las disparidades entre los indígenas papúes y los migrantes, y el acceso a los servicios de salud y educación, especialmente para los desplazados internos.

En marzo viajé a Ginebra para asistir a los exámenes de Indonesia por parte del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y del Comité de Derechos Civiles y Políticos. Basándome en las conversaciones que mantuvimos allí, debo decir que me decepcionó que la delegación indonesia se limitara a remitirse a sus leyes, ignorando los datos presentados por las organizaciones de la sociedad civil. No rebatieron nuestra información ni respondieron a nuestras preguntas.
En términos más generales, me parece difícil retener la atención internacional, especialmente cuando el mundo está ocupado con otras crisis como las de Ucrania y Gaza. Aun así, basándome en mi experiencia de más de cinco años, parece que la situación en Papúa Occidental es ahora más conocida. Esto es un testimonio del trabajo de defensa de Franciscans International con expertos y diplomáticos de la ONU.


El ex general Prabowo Subianto ganó las elecciones presidenciales de Indonesia en 2024 y asumirá el cargo en octubre. ¿Qué cree que significa esto para Papúa Occidental?


Al principio, este resultado me dejó perplejo porque Prabowo ha sido acusado de graves violaciones de los derechos humanos. Estas acusaciones incluyen el secuestro y desaparición de activistas prodemocráticos en 1997-98 y crímenes de guerra durante la ocupación de Timor Oriental. Aun así, casi el 70% de los habitantes de Papúa Occidental votaron por él. Ahora bien, si nos fijamos en la demografía de Papúa Occidental, podemos ver que una gran parte de la población en este momento son transmigrantes, lo que podría haber afectado a los números de las elecciones.
Creo que estos resultados podrían complicarnos las cosas. Es poco probable que haya un mejor enfoque de Papúa Occidental porque, según lo que dijo Prabowo durante su campaña electoral, continuará con el programa de su predecesor. Para los papúes occidentales, sabiendo que el presidente elegido es un autor de violaciones de los derechos humanos, el futuro sigue siendo incierto.


En este contexto, ¿cómo van a enfocar usted y los franciscanos sobre el terreno el trabajo en materia de derechos humanos?


Basándonos en esta situación, intentaremos apoyar y reforzar la capacidad de la gente de base, pero también nos centraremos en la documentación local y en los informes de seguimiento. El año que viene tenemos previsto recorrer ocho parroquias principales de zonas remotas de Papúa Occidental. El objetivo es, junto con los párrocos y el gobierno local, capacitar a la gente de base para luchar por sus derechos a la salud, la educación y la tierra consuetudinaria. Creo que este tipo de proyectos locales son vitales para no depender únicamente de la comunidad internacional.

Aun así, quiero hacer un llamamiento a todas las personas, a toda la sociedad civil a escala local y nacional, pero también a escala internacional, para quienes las cuestiones de derechos humanos son importantes, para que planteen la situación en Papúa Occidental. Es importante sensibilizar a los actores internacionales, pero también a la población de Indonesia, para que dispongan de información exhaustiva sobre lo que ocurre en Papúa Occidental. Si comprenden la situación, podrán ayudarnos a plantear los problemas de derechos humanos a los que nos enfrentamos.


El 1 de octubre coorganizamos un acto paralelo en las Naciones Unidas para abordar las continuas violaciones de los derechos humanos en Papúa Occidental. Más información aquí.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

En este Día Internacional de los Derechos Humanos, vemos un mundo que nos deja sobrados motivos para la desesperación. Las guerras, la degradación del medio ambiente, las catástrofes naturales y las desigualdades flagrantes pesan sobre las personas y nuestro planeta. También pesan sobre nuestras conciencias.

Aunque hay tiempo para la desesperación y el luto, también lo hay para la esperanza y la acción. Los derechos humanos reflejan esta dualidad. Surgieron como respuesta a la guerra, la discriminación y la explotación. Desde entonces han sido utilizados por personas de todo el mundo como herramienta para hacer oír su voz y vivir como iguales con dignidad y respeto.

La campaña de las Naciones Unidas de este año es «Nuestros derechos, nuestro futuro, ahora mismo». Nos unimos a ellos, así como a la sociedad civil y a las personas de todo el mundo, para dar testimonio de la fuerza preventiva, protectora y transformadora de los derechos humanos para forjar un mundo mejor para todos.

Los derechos humanos son preventivos

Utilizamos el derecho internacional de los derechos humanos para arrojar luz sobre casos que, de otro modo, quedarían «fuera de la escena», cuando no silenciados por los gobiernos. Para ello es fundamental alertar a la comunidad internacional sobre situaciones de las que no se informa, como un conflicto olvidado en África, las penurias de los migrantes en América y Europa, o las comunidades costeras del Pacífico afectadas por la subida del nivel del mar. Al concienciar sobre las violaciones y abusos de los derechos humanos, pretendemos evitar que algunas situaciones se produzcan o -cuando se producen- que se deterioren aún más.

Los derechos humanos protegen

Cuando las leyes son ignoradas, violadas o discriminan activamente a parte de la población, los derechos humanos son a la vez escudos protectores contra la arbitrariedad y normas para corregir el rumbo. Utilizamos estas normas y los mecanismos pertinentes establecidos por la ONU para empujar a los Estados a mejorar la protección de los grupos afectados por políticas y prácticas perjudiciales, ya sean niños en Benín o Uganda o indígenas en Guatemala o Papúa Occidental, por ejemplo.

Los derechos humanos son transformadores

Promover los derechos humanos es también crear un mundo más justo. Cuando defendemos los derechos humanos, también tratamos de remodelar sociedades y modelos de desarrollo injustos para las generaciones que nos seguirán. El reconocimiento mundial del derecho a un medio ambiente sano hace dos años, por el que abogamos, ha dado a los activistas una palanca adicional para proteger el medio ambiente a largo plazo.

Los derechos humanos son una vía de soluciones para forjar un mañana mejor.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada. 

Photo by OHCHR

 

En noviembre, Franciscans International acogió a un Hermano Menor de Bosnia-Herzegovina, a una Hermana Franciscana Misionera de Asís y a dos jóvenes franciscanos seglares de Madagascar para participar en las sesiones previas al Examen Periódico Universal (EPU) de sus países. Sus visitas a Ginebra ofrecieron la oportunidad de poner de relieve las cuestiones urgentes de derechos humanos identificadas por los franciscanos en una serie de talleres locales a lo largo de 2024 y hacer recomendaciones específicas en la ONU para abordarlas.  

El EPU es un mecanismo de la ONU a través del cual los Estados examinan mutuamente su historial en materia de derechos humanos y formulan sugerencias para mejorar los aspectos que les preocupan. Al final del proceso, el país examinado puede elegir cuáles de estas recomendaciones aceptará. Éstas, a su vez, suponen un valioso asidero para la sociedad civil y las organizaciones confesionales que trabajan en la base, ya que proporcionan puntos de referencia concretos para exigir medidas a las autoridades y hacer que los gobiernos rindan cuentas.  

Dado que la sociedad civil solo tiene oportunidades limitadas de intervenir directamente durante el examen de los Estados, UPR Info ha organizado estas sesiones previas desde 2012. A lo largo de este proceso, FI y los franciscanos de estos tres países llamarán la atención sobre las siguientes cuestiones:  

Bosnia-Herzegovina  

Principales preocupaciones: el fortalecimiento de las instituciones nacionales de derechos humanos, el derecho a un medio ambiente sano y los derechos de los migrantes.  

A pesar de estar bien consideradas en general, sólo se aplican el 50% de las recomendaciones formuladas por la Institución Nacional de Derechos Humanos de Bosnia-Herzegovina, una situación que podría abordarse modificando la ley para que sean ejecutables bajo supervisión judicial. Los franciscanos también piden al gobierno que reduzca urgentemente los altos niveles de contaminación atmosférica en las ciudades -Sarajevo ha encabezado la lista de las más contaminadas en al menos un caso- para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles. Por último, como país de tránsito para los migrantes que quieren entrar en la Unión Europea, el gobierno debe revisar sus leyes y políticas de inmigración para garantizar que las personas que se desplazan sean tratadas con dignidad.  

Italia  

Principales preocupaciones: el derecho a la salud, el derecho a un medio ambiente sano, los derechos de los presos y los derechos de los migrantes.  

Los franciscanos llaman la atención sobre la fractura estructural en la calidad de la asistencia sanitaria entre las regiones del norte y del sur, y piden al gobierno que tome medidas concretas para reducir esta desigualdad. Una silvicultura sana es vital para garantizar una biodiversidad y un ecosistema saludables, que actualmente están amenazados en Italia. Los franciscanos piden la protección del patrimonio forestal nacional y un plan de acción nacional para la gestión sostenible de los bosques. Mientras tanto, la cifra de autolesiones en las cárceles italianas asciende al 18%, con tasas de suicidio 18 veces superiores a las del exterior. Deben tomarse medidas inmediatas para reducir el número de detenidos en las superpobladas cárceles italianas. Por último, teniendo en cuenta las experiencias de los franciscanos que prestan atención a los migrantes, Italia debe garantizar que se respetan los derechos de los migrantes y refugiados y evitar que se amplifiquen la desinformación y la retórica xenófoba.  

Madagascar  

Principales preocupaciones: pobreza extrema, derecho a un medio ambiente sano y desplazamientos internos.  

Madagascar se enfrenta a riesgos climáticos extremos que ya han provocado una prolongada sequía en el sur, empujando a 1,47 millones de personas a la inseguridad alimentaria. El consiguiente desplazamiento interno hacia el norte ha avivado las tensiones por la tierra entre las comunidades desplazadas y las de acogida. Los franciscanos piden al gobierno que adopte una política migratoria integral que aborde específicamente los efectos adversos del cambio climático sobre las poblaciones vulnerables. El gobierno también debe proporcionar a las autoridades locales los recursos y la formación adecuados para gestionar los flujos migratorios internos de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos y constitucionales.  


Los Exámenes Periódicos Universales de Bosnia-Herzegovina, Italia y Madagascar tendrán lugar en enero de 2025. 

Foto: Fetra Soloniaina, Hermano Antony Baketaric OFM, Hermana Charity Nkandu FMSA, Hermano Eunan McMullan, Panuga Pulenthiran, y Fabiola Todisoa.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada. 

Del 11 al 22 de noviembre, el mundo volverá sus ojos a la 29ª Conferencia de la ONU sobre el Clima en Bakú, Azerbaiyán. A medida que el planeta sigue calentándose debido a las actividades humanas, el límite de 1,5°C establecido por el Acuerdo de París está cada vez más cerca de forma alarmante. Cruzar este umbral -y cualquier aumento más allá- tendría consecuencias aún más devastadoras, como olas de calor y sequías extremas, deshielo de los glaciares y del mar, aceleración de la subida del nivel del mar, huracanes, incendios forestales e inundaciones, especialmente en los países que ya están luchando contra los efectos del cambio climático.

La anterior COP de Dubai, aunque alcanzó algunos acuerdos importantes, ha sido decepcionante para muchos defensores de la justicia medioambiental por su falta de ambición y de resultados concretos. De hecho, aunque la ciencia es clara en cuanto a la necesidad de eliminar rápidamente los combustibles fósiles si queremos tener alguna posibilidad de cumplir el objetivo de 1,5 ºC, los líderes mundiales sólo acordaron una «transición hacia el abandono» de los combustibles fósiles. Esta decisión se tomó en medio de una creciente preocupación por la captura corporativa de las negociaciones, ya que la COP28 acogió a un número récord de grupos de presión de los combustibles fósiles. Después de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), la COP de 2024 volverá a tener como anfitrión a un país que ha anunciado una gran expansión de los combustibles fósiles. 

Cuestiones clave en juego

En cada Conferencia de la ONU sobre el Clima, lo que está en juego es más importante, al igual que la necesidad de acelerar los esfuerzos significativos. Aunque la cuestión de cómo financiar la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo ha ocupado un lugar destacado cada año, los negociadores de la COP29 – a menudo denominada la «COP de Finanzas» – tienen la tarea específica de abordar el déficit de financiación de estas medidas. He aquí algunas cosas que hay que tener en cuenta:

  • El Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo (NCQG): Está previsto que los gobiernos adopten un nuevo objetivo de financiación climática para apoyar a los países en desarrollo en sus acciones climáticas. Elemento clave del Acuerdo de París, los NCQG sustituirán al objetivo original de 100.000 millones de dólares fijado en 2009. Por ahora, sigue sin estar claro quién debe pagar y cómo deben gestionarse los fondos. 
  • Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) actualizadas: Las NDC son planes establecidos por cada país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático. El Acuerdo de París exige a los países que actualicen sus NDC cada 5 años, lo que significa que en 2025 deberá presentarse un nuevo conjunto de NDC. Se espera que los EAU, Azerbaiyán y Brasil –la troika de presidentes de la COP– anuncien sus NDC en la COP29. 
  • Fondo para pérdidas y daños: Uno de los principales resultados de la COP28 en Dubai fue la puesta en marcha de un fondo específico para responder a las pérdidas y los daños, que ha sido una antigua petición de los países en desarrollo en las negociaciones. Sin embargo, en la COP28 sólo se prometieron 700 millones de dólares, mientras que los países vulnerables pueden enfrentarse a daños relacionados con el clima de hasta 580.000 millones de dólares para 2030. Se espera que en la COP29 se revise el informe inicial del Fondo, se evalúen los progresos y se discutan cuestiones clave como los criterios de elegibilidad. El objetivo es establecer un fondo para pérdidas y daños con desencadenantes claros para una entrega rápida de la ayuda, evitando largos procesos de financiación basados en proyectos. 

Por qué abogaremos

En los últimos años, hemos sido testigos de que los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático se han quedado cortos. Pero cuando incluso la adaptación llega a sus límites, las pérdidas y los daños sufridos por las personas aumentan. Ya sean económicos, como los daños a las infraestructuras, o no económicos, como la pérdida de cultura, es necesario abordarlos. 

Durante su estancia en Bakú, la delegación de Franciscans International se centrará en los pérdidas y daños no económicos, que implican aquellos aspectos que no son tan fácilmente cuantificables, como la pérdida de territorio, patrimonio cultural e identidad, pero también los aspectos mentales y emocionales de la pérdida. Aunque esto hace más difícil valorarlos, tienen impactos igualmente significativos en los derechos humanos y el bienestar. 

En el contexto de las próximas discusiones sobre el Fondo para Pérdidas y Daños, será crucial definir lo que constituye pérdidas y daños no económicos (NELD), subrayar la importancia de captar toda la gama de aspectos que deben abordarse y encontrar la manera de garantizar remedios eficaces para quienes los sufren. Al mismo tiempo, los países más responsables de causar el cambio climático deberían tener un mayor deber de apoyar a los que menos han contribuido a él y, sin embargo, son los más afectados por sus impactos. 

Nuestra defensa se basa en los esfuerzos en curso de una alianza confesional que ha estado planteando el NELD en las Naciones Unidas. Durante la 56ª Sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, FI coorganizó un evento paralelo, en el que los panelistas -incluido el Relator Especial de la ONU sobre el cambio climático- abordaron las numerosas formas en que las pérdidas y los daños se entrecruzan con los derechos humanos. 

Las organizaciones confesionales suelen tener conexiones muy arraigadas con las comunidades afectadas, lo que las sitúa en una posición única para concienciar sobre los impactos de una financiación y unas medidas de adaptación inadecuadas en la vida de las personas. Desde esta perspectiva, el Foro Interreligioso de Ginebra -del que FI es miembro- ha estado llevando a cabo un proyecto de investigación para contribuir a una comprensión más exhaustiva de las pérdidas y daños no económicos inducidos por el clima. Las principales conclusiones -incluidas las repercusiones en la salud mental- se presentaron en septiembre de 2024. Se espera que el estudio final se publique durante la COP29. 

Dónde encontrarnos durante la COP29

  • Charlas franciscanas sobre el clima
  • Reunión interconfesional informal en el espíritu del diálogo de Talanoa (6 de noviembre) 

    Basándonos en una forma tradicional de diálogo de los indígenas de Fiyi para resolver problemas dentro de la comunidad, nos reuniremos para intercambiar nuestras iniciativas, preocupaciones y esperanzas en nuestro trabajo por la justicia climática.
  • Más allá de las pérdidas materiales: explorando los impactos no económicos del cambio climático a través de perspectivas basadas en la fe (13 de noviembre – 10:30 Bakú / GMT+4 – Pabellón de la Fe en la zona azul).

    Transmisión en directo y grabación. 
  • Explorando los impactos no económicos del cambio climático: Perspectivas basadas en la fe sobre pérdidas y daños (15 de noviembre – 11:30 Bakú / GMT+4 – Sala Evento paralelo 5 en la zona Azul). 

    Aquí podrá encontrar la retransmisión en directo en cuanto esté disponible. 

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

Franciscans International se unió a sus socios ugandeses a principios de octubre para un taller de tres días previo al examen del país por el Comité de los Derechos del Niño (CDN) de la ONU. A pesar de las protecciones legales que existen formalmente, las mujeres jóvenes y los niños siguen estando expuestos a graves violaciones de los derechos humanos, como los matrimonios precoces, la mutilación genital femenina y la trata de seres humanos. Aprovechando las ideas de los franciscanos y otros socios que trabajan directamente con los niños y jóvenes afectados, la reunión brindó la oportunidad de debatir estas cuestiones y explorar las recomendaciones que pueden hacerse durante la próxima revisión de la ONU. 

Aunque la constitución ugandesa fija en dieciocho años la edad legal para contraer matrimonio y prohíbe el matrimonio forzado, las leyes consuetudinarias, las normas culturales y la presión social contribuyen a afianzar los matrimonios precoces. Estrechamente ligado a esto está la prevalencia de los embarazos adolescentes, ambos en aumento desde los encierros de Covid-19. La pobreza y un sistema educativo crónicamente infrafinanciado contribuyen además a la vulnerabilidad de las jóvenes y las niñas. 

La pobreza es también un factor impulsor del abandono escolar, los trabajos forzados, la explotación sexual y la servidumbre doméstica. Las niñas corren un riesgo especial de ser víctimas de la trata para trabajos domésticos en Oriente Medio y los Estados del Golfo. A pesar de algunas mejoras para identificar a las víctimas y procesar a los autores, sigue habiendo una falta de apoyo social, psicológico y legal por parte de las autoridades para aquellos que consiguen regresar – gran parte de ello se deja en manos de la sociedad civil y las organizaciones religiosas. Todos estos factores se combinan para afectar negativamente a la capacitación socioeconómica de las niñas y aislarlas aún más de la sociedad. 

Dado que Uganda ya cuenta con una amplia legislación para abordar estas cuestiones, los franciscanos destacarán la necesidad de adoptar un enfoque holístico para utilizar y hacer operativas plenamente estas protecciones. Esto debería incluir la concienciación y la mejora de la aplicación a nivel local, y abordar la falta estructural de financiación que impide la realización de los derechos de los niños en el país. Las recomendaciones se basarán en las presentaciones previas realizadas durante el Examen Periódico Universal y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 2022 y el Comité de Derechos Humanos (CCPR) en 2023. Uganda será examinada por el Comité de los Derechos del Niño en septiembre de 2025.

Se trata de una traducción automática. Rogamos disculpen los errores que puedan haberse producido. En caso de divergencia, la versión inglesa es la autorizada.

El reconocimiento universal del derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible por la Asamblea General de la ONU tuvo un proceso de preparación de casi cinco décadas. No obstante, a más de dos años de este histórico momento, las crisis que agobian a nuestro mundo siguen avanzando sin tregua. Hoy más que nunca es urgente que los Estados respeten, protejan y hagan efectivo este derecho humano; y un primer paso fundamental para hacerlo es comprender sus diferentes dimensiones.

“El Derecho a un Medio Ambiente Saludable: Del Reconocimiento a la Puesta en Práctica”, elaborada juntamente con Astrid Puentes Riaño, es una publicación nueva de Franciscans International que tiene como objetivo empoderar a los defensores de derechos humanos, los activistas y las comunidades afectadas trabajando en la promoción y defensa de este derecho. Ella describe los procesos históricos que condujeron a que la ONU reconociese el derecho a un medio ambiente saludable, explica los diferentes elementos sustantivos y procedimentales que constituyen el derecho, y ofrece consejos sobre cómo incorporarlo en las actividades de la labor de incidencia en actual desarrollo.

Un taller de Franciscans International llevado a cabo en 2023 sirvió de base para esta publicación. En el taller participaron socios de las bases, los cuales compartieron experiencias, mejores prácticas y estrategias para la puesta en práctica del derecho a un medio ambiente saludable, así como vías para exigir rendición de cuentas a quienes violen tal derecho. Con base en estas conversaciones, el informe considera lecciones aprendidas en las bases e identifica desafíos futuros. También cubre varios casos jurídicos generados por comunidades afectadas que reivindican su derecho a un medio ambiente saludable.

“El Derecho a un Medio Ambiente Saludable: Del Reconocimiento a la Puesta en Práctica” apunta a ser una fuente de inspiración y creatividad para comunidades y movimientos en el terreno. También es una invitación a continuar aprendiendo, coordinando y compartiendo todas estas lecciones cuando sea posible. Juntos, en todo el mundo, podemos contribuir todos a proteger nuestro hermoso planeta.