En todo el mundo hay personas comprometidas con la protección y promoción de los derechos humanos. Mientras que algunas optan por centrarse en un tema concreto, como el derecho al agua o la pobreza extrema, otras trabajan con determinados grupos como mujeres, niños, pueblos indígenas o migrantes y refugiados. Pueden trabajar individualmente o con otros, profesionalmente o no, y de muchas maneras: por ejemplo, mediante la recopilación y difusión de información, la defensa de los derechos a escala local, nacional e internacional, o el apoyo a las víctimas.
Lo sepan o no, su contribución a la dignidad y la justicia a través de la acción pacífica les convierte en defensores de los derechos humanos.
Los defensores de los derechos humanos desempeñan un papel vital en nuestras sociedades. Son fundamentales para la aplicación de nuestros derechos fundamentales, lo que significa que su trabajo nos beneficia a todos. Sin embargo, esto no está exento de desafíos, y al trabajar por una mayor justicia, también corren el riesgo de exponerse al acoso, las amenazas de muerte y otras formas de intimidación. El gran alcance de las amenazas y represalias contra los/as DDH motivó a la Asamblea General de la ONU a adoptar la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos en 1998.
Por primera vez, se reconoció la contribución esencial de los/as DDHs a la sociedad, al mismo tiempo que su derecho a ser protegidos. La Declaración establece claramente que los defensores tienen derecho a defender los derechos humanos, a asociarse libremente con otros, a documentar los abusos de los derechos humanos, así como a acceder a la protección de la ONU y de los mecanismos regionales.
Como el 9 de diciembre de 2023 se celebra el 25 aniversario de la Declaración, queremos arrojar luz sobre las mujeres y los hombres de la familia franciscana que trabajan por el respeto de los derechos humanos fundamentales en diferentes regiones del mundo. Los valores franciscanos de igual dignidad, paz y cuidado de toda la creación están en el corazón de su compromiso. En esta serie, nos centramos en las hermanas y hermanos que están a la vanguardia de la ayuda a las comunidades y poblaciones marginadas cuyos derechos más básicos son violados.
Citando a Mary Lawlor, Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, «los defensores de los derechos humanos son personas corrientes que hacen cosas extraordinarias». En este espíritu, muchos franciscanos encajan perfectamente en la definición: verdaderos defensores de los derechos humanos, que trabajan por un mañana mejor.